Cuando Renault dejó de ser una marca francesa y se desdibujó en rumana.

 

dacia 1300

Hace muchos años se firmó un acuerdo para que Renault  (por entonces una empresa nacionalizada) pudiese fabricar coches bajo licencia en la todavía comunista Rumanía.
Así se sentaron las bases para que Dacia dejara de ser un conglomerado estatal que fabricaba mayormente implementos agrícolas a ser lo que que es ahora.
En el comunismo, no olvidemos, se le da prioridad a los bienes productivos, más que a los de consumo.

La verdad es que el acuerdo estaba raro por la disparidad de sus dos grandes protagonistas; Francia era un país claramente de política capitalista y Rumania justo lo opuesto, pero dejaron claro que las necesidades son la madre de las uniones.

Aunque Dacia se fundó como compañía en 1966 y ya se fabricaban modelos de Renault bajo su emblema en Rumanía (como el Dacia 1300 que vemos arriba y que era un Renault 12, casi sin equipo, hecho bajo licencia para las masas de ese país de donde surgieron los gitanos)  este acuerdo permitía a Renault fabricar directamente en el país.

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Asi, Dacia pasaba de ser prácticamente un constructor de implementos agrícolas que también armaba coches bastante rudimentarios, al estilo comunista, por lo que allá se veían R12 con tapetes de petate, pronto a Renault se le iluminaron los ojos al descubrir que en muchos países del mundo, los coches que más bien parecían tractores, se vendían mejor que su refinados y delicados (si bien preciosos) autos franceses.
En España, sin ir más lejos, Dacia se convirtió en líder total del mercado, aunque ciertamente los compradores españoles, en su mayoría, son bastante poco enterados del refinamiento automotriz.

Hmm… un poquito lo mismo que también les pasa a muchos compradores mexicanos, jeje, que solo preguntan el precio, les dan patadas a las llantas y salen muy contentos con su coche nuevo, aunque parezca camión de redilas. 

Hace 40 años casi nadie se imaginaba que una marca de coches rumana iba a ser la que más y mejor vendiese sus coches en varios países americanos, también.

Dacia llegó a nuestro mercado continental disfrazándose de Renault que tenía su prestigio, si bien sus ventas andaban por los suelos. Gracias a los coches rumanos -rudimentarios, baratos y aguantadores-  se salvaron de la quiebra muchos concesionarios del rombo, que con los modelos rumanos -algunos armados en Colombia- tuvieron un auténtico salvavidas, y en la actualidad, sus ventas son mejores que nunca antes.
Y claro, es que en realidad no son «renoles» pero a muchos esos los tiene sin cuidado.
Un ejemplo será el nuevo Dacia o Renault que vemos aquí:
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Lo cierto es que la gama actual de Dacia cuenta con productos que no tienen nada que ver con lo que tenía hace solo una década. Sus características mecánicas son casi las mismas que las que podemos encontrar en los modelos de sus «patrones» en Renault, Nissan e incluso en Mercedes (que le toca de rebote por la importante participación accionaria del consorcio NRM) por lo que su equipamiento ha mejorado y también sus acabados y calidades, todavía no son Renault reales, pero sí superiores a los tractores rumanos de antaño.
Y la fórmula les ha funcionado; al menos en México las ventas del «rombo» (aunque solo sea el emblema) y una política de precios razonables las han hecho subir como la espuma. Los distribuidores que antes casi ni vendían Meganes o el antecesor del XM3 que alla se vende como Samsung, ahora venden Sanderos y Dusters al por mayor.

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Mucho más allá de lo que la marca francesa por sí misma, jamás había logrado. En otras palabras, a veces es bueno desdibujarse y recrearse para crecer.