A bordo se incendiaron casi cuatro mil vehículos VW, Porsche, Audi Bentley y un par de Lambos, que iban de un puerto alemán en el Báltico rumbo a Davenport, USA.
Casi hasta que se apagó solito porque ni los experimentados bomberos marinos holandeses sabían cómo batallar con ese nuevo tipo de llamarada explosiva de iones de litio de las baterías.