Recibimos un regalote precioso. En una elegante y gigantescca cajota, o sea, justo, de los que más nos gusta recibir, je,je.
Nuestros amigos de Ford, con quienes hemos llevado una respetuosa amistad de CASI MEDIO SIGLO reportando sobre sus productos, nos alegran esta Navidad -y muchas más- con un gran regalo que despejará nuestras mentes para escribir siempre tratando de ser imparciales y agradecidos con quienes nos manifiestan su respeto.
Hemos visto ya pasar varias generaciones de funcionarios en el óvalo azul y nunca se ha alterado el principio del respeto mutuo. ¡ESE ha sido el mayor valor de nuestra relación!