En Estados Unidos, el instituto de investigaciones equivalente del INEGI (pero en materia económica) ordenó un estudio de hábitos, usos y preferencias con casi 400,000 usuarios de autos eléctricos.
Más bien, se hizo con ese número de casas donde viven personas que compraron y usan autos eléctricos, ya que el estudio se llevó a cabo comparando mediciones del gasto por recarga.
No vieron ningún odómetro ni hablaron con ninguno de los individuos. O sea, tómese este dato con todas las reservas del caso.