El Corvette demuestra -en una envidiable sesión con nuestro corresponsal en USA- que Chevrolet tenía razón al por fin ponerle el motor en medio al viejo casco del cascarrabias. Apunta y se dispara como nunca, aun el convertible, que era el pretexto para la toma de fotos. Ya más de una vez y en las manos de M/V el Vette demostró ponerse manotas tanto a Ferraris y Lambos como a Porsches equivalentes. Hay que tenerle respeto, aunque ahora en su cabina ya no cabe casi nadie.