Fácil, llamas a a la AMA – o su equivalente local- que mandará una camioneta Renault (con motor diésel) que rápida y contenta llegará remolcando un generador (…que funciona ¡con gasolina!)
¡Rummbaaaa! Put, put cof, cof, ruuum,
Ah, te alegrará oírlo arrancar.
Lo conectan.
Y a cargar en solo un par de horas.
¡Y ahora sí, Yupi!
A seguir disfrutando tu auto eléctrico por otros 300 km más.
O hasta el siguiente enchufe… si encuentras uno.
Jeje.
No nos tomes muy en serio, pero no resistimos la bromita.